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Los beneficios de hacer ejercicio no se quedan solo en nuestra apariencia externa; la actividad física también mantiene y mejora nuestra salud mental. En función del tipo de deporte que se practique, la frecuencia, la intensidad y la personalidad del deportista, encontramos unos u otros efectos sobre las personas; pero algo que es seguro, es que siempre será bueno practicarlo, dentro de las capacidades de cada quien. Muchas veces comenzamos sin saber cómo hacerlo de la manera correcta, y terminamos por lastimarnos o cansarnos de forma excesiva. Esto resulta en que se abandone su práctica por falta de conocimiento, y es que el sedentarismo nunca le ha traído nada bueno a la gente.

Uno de los factores que favorece este proceso, llamado neurogénesis, es precisamente el ejercicio aeróbico

El cerebro, al parecer, sí es capaz de generar nuevas neuronas, aunque hasta la fecha esto se disputa con frecuencia; uno de los factores que favorece este proceso, llamado neurogénesis, es precisamente el ejercicio aeróbico, según una investigación llevada a cabo en ratones que se publicó en la revista The Physiological Society.

Durante mucho tiempo los científicos creían que el cerebro era el único órgano de nuestro cuerpo que no era capaz de generar nuevas células; la zona en la que el ejercicio más influye en la neurogénesis es la del hipocampo, relacionada con la memoria y el aprendizaje. Se sabe que tienden a reducirse en las personas que padecen enfermedades mentales como la depresión o la demencia, además de la edad. Hasta cierto punto, el ejercicio podría ayudar a compensar o limitar el efecto de esas patologías.

La reducción de la ansiedad es otro punto en el cual el deporte ayuda, tanto con la práctica de ejercicio anaeróbico como aeróbico. Pero, se sabe bien que el efecto es mayor con ejercicio aeróbico practicado durante 20-60 minutos con una frecuencia de entre 3 y 5 días a la semana. Lo que sucede, es que se liberan B-endorfinas, que actúan directamente sobre el cerebro produciendo una sensación de bienestar y relajación.

Los niños que hacen algún deporte logran mejorar sus habilidades cognitivas, como memoria de trabajo, la atención y el control inhibitorio.

La depresión, un mal común de la época, no es nada fácil de tratar correctamente. El efecto antidepresivo del ejercicio físico parece estar relacionado principalmente con la serotonina, un neurotransmisor que influye en nuestro estado de ánimo y felicidad. También, como decíamos antes, con la generación de nuevas neuronas, por lo que parece tener influencia en la plasticidad y mantenimiento del cerebro.

Pero el deporte no solo es de gran ayuda para tratar la depresión. También en prevenirla. La apatía y no tener ganas de hacer nada son síntomas de la enfermedad, y es precisamente por eso que llevar una rutina ayuda a reducir el riesgo de padecerla. Pero no todos los beneficios del ejercicio sobre el cerebro son para los adultos. Los niños que hacen algún deporte logran mejorar sus habilidades cognitivas, como memoria de trabajo, la atención y el control inhibitorio. El rendimiento en la escuela también mejora, especialmente en áreas como las matemáticas y la lectura.

Estos beneficios están relacionados a que hay un mayor flujo sanguíneo en el cerebro, una mejor asimilación de nutrientes y una mayor activación. Por otro lado, ayuda a mantener la materia gris, la sustancia de la que está hecho nuestro cerebro y que es responsable de la transmisión de datos y por tanto de la agilidad de pensamiento, por lo que mejora su funcionamiento.

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