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Cerca de 350  millones de personas en el mundo padecen depresión, estima la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cerca de 350  millones de personas en el mundo padecen depresión

Aparte de los 350 millones de afectados, la depresión preocupa a sus familiares y relacionados, que en ocasiones no saben cómo ayudar a sus seres queridos.

“Tener depresión no significa ser débil de carácter frente a la vida”, dice el psicólogo René Omar García, inciden factores biológicos, fisiológicos, hereditarios y socioculturales. “La persona está viviendo una enfermedad que necesita ser tratada”.

Tener depresión no significa ser débil de carácter frente a la vida

¿Cómo ayudar, entonces? García te da algunas pautas para que sepas qué hacer y qué no al lidiar con un familiar depresivo.

Evita los discursos que parecen sacados de un libro de autoayuda. “La depresión no se quita con buenas intenciones”, advierte García.

Busca ayuda profesional. El paciente que cuenta con acompañamiento familiar a lo largo de su terapia tiene mejor pronóstico. Asegúrate de que acuda a sus sesiones y, si es el caso, que tome su medicación.

“Más que darle un discurso, regálale tu tiempo y tu compañía. Eso hace que sienta que no está solo”, comenta García.

Ten paciencia. Al respecto, el psicólogo explica: “No es que no se quiere dejar ayudar, él quiere que lo ayuden, pero una de las conductas que expresa el depresivo a veces es comunicar como que no le interesa la ayuda, porque él tiene desesperanza”.

“Hay que sacar del cuarto al depresivo y evitar que esté solo la mayor parte del tiempo”, aconseja García.

No resuelvas todos sus problemas y diligencias. Si arreglas su dormitorio, realizas todas sus diligencias, compras sus medicamentos y su ropa, su sensación de minusvalía y su dependencia aumentan.

Permítele ayudar. “La persona está pasando por una depresión, pero sigue teniendo sus talentos y cualidades”, recuerda García.

Por tanto, es bueno que solicites su colaboración en tareas que sabes que está en capacidad de cumplir. Así no se sentirá como una carga.

Aprende a escuchar. Aunque no le digas qué hacer, el escucharlo, mirarlo a los ojos, tomarle la mano… son gestos que lo harán sentirse comprendido.

Aprende a lidiar con sus quejas. Cuando se queje, ayúdalo a identificar sus pensamientos negativos y a reemplazarlos por algún pensamiento alterno. No niegues su sentimiento. Haz, sutilmente, que cambie el tema.

Ocúpate de ti mismo. Si eres el principal acompañante de una persona depresiva, tienes que cuidarte, dedicarte tiempo, divertirte sin sentir culpa (eso aplica de manera especial para las madres, que suelen manejar mucha culpa). Mientras mejor te sientas, mejor vas a cuidar de tu ser querido.

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